Señor director:

Los mayores hemos presenciado muchos paros nacionales. Pero no recuerdo un representante como un tal Baradel, y nada menos que de los docentes. Mis palabras rehusan expresarse sobre él. Sólo preguntan – "Señores docentes, ¿ustedes se sienten identificados con un personaje como éste?

Como ex docente, me da mucha pena pensar en el nivel que ha caído una profesión tan maravillosa, ejemplar, forjadora de niños y jóvenes, el futuro de nuestra Patria. Sé que los docentes de vocación deben sentir un gran dolor en el alma. Desde aquí les animo: demuestren fortaleza y no se dejen doblegar por la fuerza bruta, la antítesis de un verdadero docente. Unanse los docentes con vocación y, con altura, demuestren a los que usurpan un espacio inmaculado, como es la profesión y función altruista de ser docente. Les aseguro, cada hogar, cada ciudadano que vela por el bien de sus hijos, sabrá reconocer la calidad vuestra. Apoyaremos, pero debemos desenmascarar a los falsos docentes, que lo único que los mueve es su beneficio personal.