Señor director:

Los zorzales de la democracia volverán a cantar alegremente. Montados en fletes de carisma pregonarán sus ilusiones y promesas que otras veces ya dijeron. Trepados en el móvil de la esperanza lucen el arte de prometer buscando con esmero cautivar al ciudadano. No importa de dónde vino, sólo interesa hacerlo correligionario o compañero o que integre su sigla.

Logrado este propósito viene lo interesante de esta gestión. Es decir, seducir, alinear al votante en un plan político, armado con armonía, con dotes de seducción y buen humor, ofreciendo cambios sociales, políticos y humanos, si Éste contribuye con su voto. Y, muchos incautos volveremos a enredarnos en esta telaraña. Estos argentinos que algunos son nuestros vecinos y otros estarán echando agua para su molino, eso es lo que se deduce. Yo no digo que todos, pero hay algunos que con su verborragia y vehemencia dicen saber qué hacer con la economía, educación, narcotráfico, etc.

Ellos son muy buenos con los jubilados. Todos usan la misma oratoria hasta llegar al poder. De ahí en más, prima la indiferencia hacia quienes lo hicieron llegar a donde están. 
En cuanto a que todos somos iguales ante la ley suena como a sonrisa fingida. Los hechos dicen que esto es un ideal.

Días atrás, nuestros laboriosos pensadores en todo un acuerdo, aprobaron la ley del canabis, planta "milagrosa'', según los expertos. Sirve hasta para droga nacional y propia. Yo quisiera saber a quién le servirá, si algunos pacientes o algún bolsillo ansioso que espera la oportunidad. El tiempo lo dirá...