Señor director:
Una propaganda expresa un ejemplo de la perspectiva estructural funcionalista de la sociología de la Educación. La primera función es la de distribución. La que se refiere a que la escuela atribuye calificaciones escolares que poseen cierta utilidad social en la medida en que ciertos empleos, posiciones o estatutos están reservados a los diplomados. Y, que la escuela distribuye bienes con cierto valor en los mercados profesionales y la jerarquía de las posiciones sociales (Dubet y Martuccelli 1998). La propaganda, en dos oportunidades, destaca la buena calificación obtenida por una alumna.
En consecuencia, será premiada por parte de su abuelo. Aunque inicial y lógicamente, la otorga la familia o círculo cercano, y a posteriori, como lo indican los autores Dubet y Martuccelli en su texto "En la Escuela: Sociología de la Experiencia Escolar", la otorga la sociedad en general, a través de empleos, posiciones y resarcimientos. También se observan en la publicidad, las ideas de Parsons (1976), que expresa que la socialización se asocia a la preparación de los individuos para el desempeño de roles específicos en la sociedad donde cada uno va haciendo su parte y contribuye al todo de una manera orgánica.
La solidaridad de cada parte con las otras hace que el organismo funcione. La escuela aparece como la mediación que amortigua y prepara el salto entre la familia y la empresa, el estado y otras grandes instituciones básicas de la sociedad moderna que brillan por sus reglas de racionalidad, universalismo y eficientisismo (meritocracia) y que resulta ser base de la movilidad social.
En conclusión, la propaganda expresa, entre otros asuntos, meritocracia y funcionalismo en la Educación argentina.