Señor director:

Según la introducción de la Evangelium Vitae, ("El Evangelio de la Vida", de Juan Pablo II), cada niño que nace trae la alegría de la Navidad. Y la misión del Niño de Belén es traer Vida, y Vida en abundancia (Jn. 10, 10). Por eso, toda persona humana posee una dignidad y un valor incomparables, ya que Dios, en cierta manera, se unió con la Encarnación a todo hombre, varón o mujer. Y permanece en la Casa del Pan (Belén) hecho Eucaristía en nuestros Sagrarios. En nuestro tiempo crece la amenaza contra la vida humana, principalmente la más desvalida e inocente, que es la vida por nacer.

La Iglesia toma la defensa de la Vida frente a los nuevos atentados y manipulaciones que hay en torno a ella, principalmente en torno a su nacimiento y su muerte, procurando establecer una Cultura de la Vida en la Civilización del Amor, y oponiéndose la cultura de la muerte. El Don de la Vida, que Dios ha confiado al hombre, exige que se tome conciencia de su inestimable valor y que se lo acoja con responsabilidad. 

 

Feliz Navidad

  • En esta celebración de Navidad, DIARIO DE CUYO saluda a todos sus lectores y colaboradores. Todos nos unimos en formar parte de una comunidad que aporta al bien común, al brindar opiniones constructivas en busca del crecimiento de San Juan y el país. Deseamos desde esta casa periodística que Dios ilumine vuestras vidas y las colme de bendiciones con amor, esperanza y paz.

Gustavo Daniel D’Apice
Profesor de Teología (Pontificia Universidad Católica) – Profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación