Cumplir 93 años ejerciendo una profesión, un oficio, una actividad empresaria. No es poco, y es allí donde adquiere mayor dimensión cuando hay generaciones sosteniendo ese merecido orgullo. Es lo que el 14 de octubre pasado festejó Daniel Di Lorenzo, tercera generación de una familia cuyo apellido es indisoluble con el rubro peluquería, y que fundó un inmigrante italiano nacido en Vittorio, Sicilia, don José Di Lorenzo. En ese pueblo italiano había dejado a su esposa y se vino con su primera hija, Salvadora. Su destino era San Juan, porque en esta tierra sarmientina ya residía - huyendo de Mussolini -, su suegro, Carmelo Psaila. Don José abrió su salón de peluquería en calle Mendoza, entre Mitre y Santa Fe, casi al frente de DIARIO DE CUYO.


Una vez reunida la familia, acá nacieron Concepción, Arquímedes y Arturo. Fue el segundo de los hijos el destinado a continuar con la profesión de su padre, acompañado de su esposa Marina García, que estuvo a cargo de la clientela femenina. La vida de José está llena de anécdotas que se relacionan con su espíritu generoso y su amor por su nueva patria. Una de ellas se registró en el Parque de Mayo, donde se instalaron muchas familias a las que el terremoto de 1944 les había destruido sus viviendas. Allí, bajo los árboles, les cortaba el pelo gratis a hombres, mujeres o niños.


Por su parte Arquímedes llevó a niveles mundiales el apellido Di Lorenzo al clasificarse en París, en 1970, subcampeón del mundo en corte y peinado. Participó, además en certámenes realizados en Holanda, Las Vegas, en Verona y en noviembre del año 2000 en Berlín, Alemania junto con su hijo Daniel. Presidió en 1968 el Atelier George Hardy, de Buenos Aires; también la Unión de Peluqueros de la Argentina y el Centro de Peluqueros de San Juan.


Fuera de ese ámbito, Arquímedes fue presidente de la Asociación Dirigentes de Empresas durante tres periodos: 1995 al 1998 y 2003 al 2004. Cabe consignar que en la Peluquería de calle Salta e Ignacio de la Roza, pasaron y pasan obispos, sacerdotes, gobernadores, senadores, diputados, jueces, comerciantes, bodegueros, viñateros, gremialistas, empleados, deportistas, poetas y escritores.


Otra de la facetas poco conocidas de Arquímedes, que falleció el 8 de agosto de 2010, fue su admiración por el arte pictórico y la música clásica. En tal sentido integró la Comisión Directiva de la Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes Franklin Rawson. Fue un gran benefactor del museo en sus años de "vacas flacas" desde el año 1988 en adelante, al hacerse cargo, por ejemplo, de la pintura de todo el edificio de calle General Paz y avenida Rawson.


Hoy, Daniel Di Lorenzo tomó el legado y el talento de sus sucesores; de mantener viva la imagen de una familia tradicional en esta tercera generación de peluqueros, que cumple 93 años de vida.