Gomera u honda, es un arma que se utiliza para matar aves y que se comercializan en diversos negocios de la provincia.


Dice la Ley: "se prohíbe las gomeras, y trampas de cazadores de aves y rifles de aire comprimido". Además, se destaca en estas leyes el rol de las aves en la dispersión, semillas y control de insectos plagas, entre otros beneficios que aportan a la naturaleza, esencial para el equilibrio del ecosistema. La ley busca poner freno a la caza furtiva, una práctica ya prohibida por ley y no cumplida, menos respetada en el territorio de nuestra provincia de San Juan, donde cada tanto la policía suele capturar a depredadores y comercializadores de animales silvestres, que tanto daño hacen, porque de esa forma destruyen el equilibrio ecológico, promoviendo desastres en materia de salubridad, por ejemplo.


Sobre las gomeras "tienen por objetivo matar". La mayoría de las aves sentenciadas son heridas por lo que quedan desvalidas y sufriendo. Dice la ley también que está prohibido comercializar aves en vías de extinción o tenerlos enjaulados para su venta, ya que estas prácticas hacen daño a las aves y deterioran al medio ambiente. No se puede entender como un ser humano puede disfrutar de tener un animal enjaulado o preso hasta  su muerte.


En cuanto a lo que expresa la ley pertinente a este tema, el mal trato a los animales es delito y es castigado hasta con cárcel, pero, cuántos perros de la calle abandonados en la vía pública, en lugares turísticos como Ceferino Namuncurá, Vallecito y otros, son  maltratados y asesinados, actitud inhumana, sin importar que el animal sufre, pasa frío, calor, hambre y total falta de afecto.


Quienes integramos la sociedad somos responsables del daño que le hacemos al medio ambiente, ya sea flora como fauna, que es donde apunta este comentario. Lo grave de todo esto es que en el Mercado de Abasto y Feria Municipal, se observan prácticas ya denunciadas. Allí por $500 venden gomeras u hondas. También se comercializan aves en vías de extinción, (benteveos). En los alrededores se ven perros abandonados, muchos de ellos cachorros y que misteriosamente no están más. Prácticas comprobadas y denunciadas en otros municipios del Gran San Juan. 


Pareciera que las autoridades encargadas de hacer cumplir estas leyes no están haciendo lo suficiente y cada vez se agrava más esta situación, perjudicando al medio ambiente como a la comunidad sanjuanina en general.

Por Leopoldo Mazuelos Corts
DNI 5.543.908