La pereza, una plaga de la sociedad actual.


El envidioso procura que los demás no descubran su defecto, porque está mal visto socialmente. En cambio, existen muchos perezosos que hablan en público de su condición y que incluso presumen de serlo: "Nadie se avergüenza de levantarse tarde y, por el contrario, se ironiza sobre el que lo hace a la "madrugada''.


Mientras algunos jóvenes perezosos esperan sentados y relajados una oportunidad en su vida, otros, más diligentes, ya la han buscado y encontrado. Esto se viene cumpliendo al menos desde que Esopo publicó la fábula de la cigarra y la hormiga. La orgullosa y perezosa cigarra acabó pidiendo limosna a la diligente y humilde hormiga.


La pereza crónica es un camino ancho que desemboca en el pozo de los perdedores. Por otra parte, ser perezoso debe de ser agotador, porque exige estar siempre buscando la forma de no hacer lo que se debe hacer.


La pereza es una de las plagas de la sociedad actual. Afecta especialmente a quienes se pasan las "horas muertas'' divirtiéndose en las pantallas digitales, que son incompatibles con el esfuerzo.


La pereza es un antivalor contrario a valores positivos, como la diligencia y la responsabilidad. Si no se corrige a tiempo siempre irá a más, con riesgo de convertirse en una adicción.


¿Qué empresa admitiría a un candidato con síndrome de adicción a la pereza?



Por Enrique Casals
DNI 37.012.263