¿Cuántos años pasaron ya? y aún recuerdo como si fuera hoy, mi primer día en el que ingresé a servir a mi patria. Hablo por mí y por todos mis compañeros, que dejamos el curso normal de nuestras vidas para poder cumplir con nuestro país. Hoy somos exconscriptos. Estuvimos presentes en un conflicto territorial que para nosotros no fue un día más. Por eso es un recuerdo de lo que fuimos, somos y seremos para nuestra patria.
Mañana, 22 de diciembre, conmemoramos un aniversario más del conflicto en el canal de Beagle en 1978, que gracias a la intervención del cardenal Samoré pudo evitar una guerra con el país vecino. Dios no quiso que este conflicto pasara a mayores y uno después de tanto tiempo puede pensar en frío lo cerca que estuvimos de una tragedia.
Los años siguen transcurriendo y aunque uno quiera disimularlo, nuestro tiempo cada vez se volverá menos. Muchos de nosotros necesitamos ayuda, ya sea por nuestra salud, por nuestras familias o por el ámbito económico. Pedimos esta ayuda no sólo por necesidad sino por un merecimiento de haber servido al Ejército Argentino y dicha respuesta aún no se nos otorga. Los tiempos cambian, los gobiernos también y sobre todo la personas cambian. Pero lamentablemente lo único que no cambia es la no respuesta que recibimos.
De corazón estoy seguro de que todos queremos que esta situación mejore. Le pido a Dios y sobre todo a nuestros camaradas que no bajemos los brazos y sigamos luchando por este reconocimiento que tenemos más que merecido, sólo nosotros sabemos lo que concretamos y estoy seguro de que llevaremos hasta el último día en nuestro corazón esta marca enorme y hermosa etapa que fue servir a nuestro amado país.
Por Ángel Alfredo Andrada
Exsoldado en el conflicto
con Chile por el Canal de Beagle