Señor director:


Por este motivo existe la mujer. Sin la presencia de ella no habría familia, habitantes, ni vos ni yo estaríamos aquí. Ayuda idónea, capaz, práctica, intuitiva, entendida, experta, habilitada por su hacedor. Compañía para la soledad del varón. Creada para ser amada, cuidada y sustentada por él. ¿En qué mente cabría despreciar su presencia aquí? Someterla a antojos propios, a servidumbre, estancarla en sus anhelos, es oponerse abiertamente a Dios que la creó. Mujer de toda edad, ¿Dónde estás? ¿Qué estás haciendo? ¿Los que tienes alrededor te han dejado brillar? ¿Qué te impide ser lo que Dios te pensó? Todo esto cambiará si una mujer busca a su Hacedor. Dios la hizo y Él la ama y tiene un plan de bien para que puedas brillar en todo tu esplendor. ¡Tu vales para Dios!