La inmensidad del mar y todo lo que transmite.


Cuando vamos a la playa nos extasía ver el mar con sus olas rompiendo sistemáticamente, y eso nos traslada a una serie de pensamientos, con diferentes sensaciones.


Desde la playa vemos ese mar, quizás cansado de una humanidad deshumanizada, que lo degrada e "infecta" con basura. Que lo "denigra", usándolo como medio para trasladar hombres hambrientos en barcazas, para huir de sus tierras arrasadas por la injusticia y la guerra...


Vemos ese mar que aún, "pone ganas", porque con sus olas y su espuma, sirve de juego a niños y mayores, a quienes los refresca y entretiene.


Vemos ese mar que es medio de descanso y solaz de los románticos, que se inspiran admirados por su inmensidad y belleza... Que es el medio de desliz de los gráciles veleros.


Vemos ese mar que es el "sueño realizado" de las esperadas vacaciones, donde simplemente, en su borde, hay seres que se reencuentran en sus tiempo compartido.


Vemos ese mar que es hábitat de frescura, donde se "refugian" de los "grados infernales" aquellos seres que generosa y simplemente se brindan para hacer el bien.


Ver el mar es creer "escuchar" su pensamiento y creer que vale la pena el esfuerzo.


Por ello, no olvidemos cuidar el mar y... darle las gracias...



Beatriz Albaladejo
Lic. en Cs. Políticas y Sociales