Señor director:


Ya han pasado algunas semanas desde aquellas noticias que inundaban los medios de comunicación y que causaba indignación en bastos sectores de la sociedad. Se trata de la reprochable actitud de estudiantes secundarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que tomaron los colegios como si fuera de su propiedad. En medio de esas acciones habían padres y algunos profesores que se erigían en pedagogos criticando y poniendo en dudas la conveniencia de cualquier modificación o la incorporación de nuevos contenidos en los planes de estudio. Los adelantos tecnológicos en todos los órdenes de la vida imponen incorporar nuevas estrategias didácticas, preparando a los jóvenes para nuevos desafíos. Sin dudas que son las autoridades educativas diagramar planes de estudios que beneficien al alumnado, pudiendo la comunidad educativa aportar ideas que mejoren el sistema, pero reitero, diálogo de por medio y no esto que sucedió de tomar colegios e incitar a la violencia. Eso no debe ocurrir nunca más. Los argentinos estamos hartos de violencia.