Señor director:


El reciente premio Nobel de Medicina 2019 me motivó a escribir esta reflexión. Este premio es un eslabón más en la cadena de conocimientos en el área de la fisiología. Argentina fue pionera con el premio de Bernardo Houssay y la descripción de la función secretora interna del páncreas (insulina y glucagón). Federico Leloir brindó el conocimiento profundo de la función de la glucosa como portador de energía y reconocimiento de las enzimas que actúan en la inmunología utilizando a la glucosa como identificador de anticuerpos tanto buenos como malos. Y ahora el conocimiento de la función del oxígeno y la adaptabilidad de las células a la falta del mismo (hipoxia) abre un camino insospechado en los tratamientos en diferentes enfermedades. Esto nos muestra que los eslabones forman cadenas que benefician al ser humano en su peregrinar por esta tierra.