Señor director:


Varios son los motivos que producen inapetencia en el niño. Uno de ellos es el hecho de estar enfermo, sobre todo con estado febril. Otro de los motivos es que el niño reciba una alimentación inadecuada, coma en exceso o en forma desordenada, como cuando consume golosinas y otros alimentos perjudiciales. También es una causa de inapetencia, como forma de manifestar un estado de disgusto, por ejemplo, quedarse solo debido a que su madre sale a trabajar o bien, tener celos, como puede ser que a un hermanito recién nacido se le brinde una mayor atención. Puede también darse inapetencia en nerviosos, cuyo ambiente familiar no es armónico y reaccionan rechazando el alimento que le brindan sus padres. Sin embargo, lo aceptan sin problemas cuando se les ofrece en un ambiente armónico o bien de otra persona como la niñera. Por todo ello, debemos concluir que es del todo una actitud inútil y hasta perjudicial, obligar al niño a comer, recurriendo al castigo o al reto. Lo que ante todo se debe hacer es determinar las causas reales de la inapetencia del niño, para tomar una actitud inteligente y eficaz. Si la razón es un simple capricho del niño para molestar a sus padres, éstos deben manifestar indiferencia y no insistir en exigirle que coma. Así, el niño, al comprobar que su actitud no le da resultado, no tardará en cambiar su conducta. Es un medio muy efectivo que se toma como registro de los alimentos que el niño recibe con agrado e insistir en ellos, lo cual ayudará a que el niño adquiera un hábito normal de alimentarse. Este problema deben solucionarlo los padres con tres actitudes fundamentales: amor, paciencia y habilidad.