
La crisis económica y social que se vive desde hace varios años provocó el renacer de la bicicleta en San Juan. Sí, aunque parezca extraño, hasta los primeros años de la década de 1990, este rodado era el medio de transporte más común en nuestra provincia. Su popularidad batió récords, a tal punto que la enorme cantidad no tenía comparación alguna con otras provincias en las que casi ni se usaba. No existen escritos históricos que hagan mención a su llegada y popularización en esta provincia. Pero rápidamente se multiplicó en número, modelos y usos diversos. Empleados públicos, de comercio, estudiantes primarios, secundarios y universitarios eran quienes más las usaban para concurrir a sus tareas. Claro que también se usaba para pasear y de ahí fue furor en las competencias deportivas. Eso llevó a que surgieran grandes ídolos del ciclismo de competición, ya sea de pista como ruteros, que obtuvieron galardones a nivel provincial, nacional e internacional.
Haciendo una comparación con el boxeo, la aparición de los ciclomotores de 50 centímetros cúbicos fue un golpe al mentón para las bicicletas a finales de la década de 1980 y principio de los 90. El golpe de gracia lo darían las motos de 110 cc a principios del milenio. En la última década, la bicicleta quedó solo para un minúsculo grupo vestidos con equipos de ropa y accesorios multicolores que solían hacer mountain bike o bien los veteranos que seguían con su ciclismo libre con bicicletas ruteras. Pero, a partir de estos últimos años, por razones de fuerza mayor vinculada a la economía, la bicicleta volvió y cada vez se hace más masiva. No solo representa un medio de transporte económico, sino que es ampliamente recomendado para cuidar la salud en todas las edades. En otros países hasta los hombres y mujeres de negocios y ejecutivos usan la bicicleta como su medio de transporte preferido. Ojalá que este renacer de la bicicleta sea para disfrutar y no por escasez de dinero en los bolsillos. Lo cierto es que esa querida movilidad, volvió a ponerse de moda.
