Señor director: 


En los últimos años, la mujer ha experimentado un cambio profundo. Del interrogatorio que el médico efectúa a mujeres de edad mediana, surge que casi ninguna de ellas fuma, ni bebe, a excepción de algunos grupos especiales. 


En general, estas mujeres virtuosas presentan una salud digna de notar. Existe la inquietud del resultado que surgirá del examen médico que se haga a las jóvenes fumadoras de la actualidad, en su edad avanzada.  


Ante todo, esas mujeres presentarán un prematuro envejecimiento, con una piel arrugada, distinta a la tez lozana de buen color que ahora presentan. Además de que sus dedos y uñas estarán coloreados de nicotina. Presentarán tos, acompañada de secreciones bronquiales. Sus dientes serán de color negruzcos, además de voz ronca y disfónica; y al estar cercanos a ellas, nos llegará el aliento a tabaco. 


Este lamentable cuadro estará acompañado por un estado inestable del sistema nervioso y un notable decaimiento.