Señor director:


Nuestros padres nos enseñaron todo. Lo que es bueno y lo que es malo en la vida. Nos inculcaron y nos hicieron crecer dentro de los sentimientos, que es lo más importante que tenemos, como así nos enseñaron a expresarlos, siempre dentro del amor. 


En ese sentido, nos enseñaron a tener amor por la naturaleza. Esta es parte de este hermoso planeta que vemos como el hombre la destruye de forma permanente. Vemos que poco a poco los riesgos de vivir en nuestro planeta Tierra se hace más dificultoso, con más problemas, sobre todo para la salud. Respetar el medio ambiente es obligación de todos. Los padres también tienen la obligación de enseñar a sus hijos los motivos de por qué cuidarlo.


Es muy común que la mamá o el papá, le llame la atención al niño, porque rompió una planta o maltrató a un animal. Sin embargo, nunca se nos dice, por qué no se debe hacer, y como sufre la naturaleza cuando nos portamos mal.


Es fundamental que desde la infancia nos enseñen a tomar conciencia que el medio ambiente es parte de nuestra calidad de vida. Porque querer a la naturaleza, nos hace responsables.


Seguramente, la mayoría de los adultos quieren ver crecer a sus hijos, en un mundo donde se encuentre la armonía y la felicidad. Pero pareciera que la materia en donde se enseña a cuidar al mundo, todavía no fue bien explicada, pues el hombre sigue siendo el principal depredador y destructor de la naturaleza, que nos pasa y nos pasará factura por los daños que le ocasionamos. 


Enseñar para saber convivir y compartir nuestro mundo con los otros seres vivos, no es algo difícil de llevar a cabo. Los padres son los primeros, ya que lo que uno aprende en la niñez y en la familia, queda como enseñanza eterna. 


A los padres y madres que enseñan a sus hijos a cuidar el medio ambiente, le damos las gracias porque nos enseñan a cuidar nuestro planeta, que es nuestra casa.