Señor director:

Pasan los días, meses, años, y cada vez, la decadencia moral de nuestro país es más notoria, alarmante y triste. Esto traspasa todos los estamentos de la sociedad. La corrupción parece no tener freno. En términos futboleros diríamos que "hay que parar la pelota". No podemos seguir así. Hay un voraz apetito por ganar el poder público. Por algo será. Se trata de un "gran botín" que, por desgracia, la mayoría de los gobiernos hizo uso y abuso de ellos. Es necesario que las pocas reservas de valores morales que nos quedan las pongamos en práctica. Se hace indispensable que los ciudadanos exijamos a los partidos y agrupaciones políticas y sindicales un fuerte compromiso en valores. Quienes amamos de verdad a nuestra querida Argentina, oramos para que nuestros país tenga la paz y construyamos una sociedad en el marco de valores morales que nos ayuden a crecer como personas, como ciudadanos y como sociedad.