Señor director:
Domingo al mediodía, luego de misa en el colegio Don Bosco, vamos en familia al restaurant de los Gómez en el "Primer supermercado”, de calle General Acha casi Santa Fe. Entramos y saludo a Gonzalo (hijo de Antonio Gómez. Si, Antonio, el mismo que siempre veías al lado de una paellera, hoy se lo recuerda en un cuadro colgado en la esquina del salón) nos ubica en dos segundos, como de costumbre, antes que habrás la boca ya te invitan unas empanadas. Obviamente pedimos paella. En un ratito el local se llena de comensales. Del lado Sur, la cola para llevar paella: Al lado Norte, el Manolo, el otro restaurant va sumando en parte, porque los Gómez se llenó y seguro que también tendrá lo suyo.
El servicio es perfecto, como de costumbre, los mozos vuelan, Gonzalo se mueve como probando. Y, con mi señora se nos viene a la memoria "el Chula”, un flaco eterno de los Gómez, que se fue con su bici en un accidente de tránsito. Yo aprovecho para hacerle ver a mis 3 hijos más pequeños (José, Benjamín y Manuel) cada detalle de ese espectáculo que es el deporte y la cultura del trabajo. Les cuento que Miguel Gómez, ese de camisa a cuadros que está en la caja, es el técnico más ganador de una selección nacional mayor. Ahí lo ven, como tanto tiempo lo ví apoyado en la baranda del Olimpia, la UVT o el estadio, al pie del cañón, el feriado largo de carnaval. Pasa David Páez a saludar a Miguel y se lleva su pedido. ¡Que jugador! A mi señora se le ocurre que llevemos churros para la tarde, vamos todos al mostrador y les sigo haciendo ver a mis hijos cada detalle de ese espectáculo, en especial a Benjamín de 12, que dice que va a ser chef. Mientras Miguel resuelve algunas situaciones propias del trabajo, le cuento que, "unos de los tuyos, el Raulito Monserrat, en "La profesora”, esta semana hizo ¡42.000 botellas de salsa en un día!”. Se ríe,…"¡que grande!” me contesta. Se alegra… y creo yo que se imagina ser parte un poquito de ese récord. Yo en justicia así lo creo. Le quiero pagar y se niega, da órdenes de que no me cobren, no me resisto, realmente sería injusto todo lo que le tendría que pagar por la lección que han visto mis hijos. Nos alejamos repasando el partido, digo la lección, ¡impagable!
Osvaldo Lucero DNI 17.650.466
