El hombre del paleolítico se dio cuenta de que si sólo subsistían de él algunos granos, raíces y frutos conseguidos al azar su vida era precaria y peligrosa.Supo que si recogía ciertas semillas y las sembraba, el cultivo mejoraba la calidad del vegetal y lo ponía al alcance de su mano. Inventó la agricultura. (En nuestra provincia la cultura Ansilta -1760 aC al 500 dC, practicó lo que se llamó una agricultura incipiente). Pero al mismo tiempo inauguró una época que se singularizó por la destrucción de los bosques, obviamente a través de los años. No se alimentó de madera aunque la utilizó, lo que ha significado la condena del árbol. La historia del hombre no es más que su lucha contra la naturaleza. Mientras tuvo a su disposición precarios medios, esa pelea no constituyó ningún peligro ni amenaza. Pero del cazador con arco y flecha a las multitudes actuales que manejan medios técnicos superiores, hay un abismo. El hombre es más numeroso y poderoso, por lo tanto frente a la naturaleza, más peligroso. Sin advertirlo o sabiéndolo se está jugando su propia sobrevivencia. Los problemas que se plantean con respecto al medio ambiente son de gran magnitud y los biólogos, ecologistas y demás científicos dieron y dan la alarma repetidas veces. La contaminación del aire, del agua, la paulatina y sistemática extinción de la fauna y la flora, son algunos de los serios problemas que afectan la vida humana. En última instancia el hombre está seriamente amenazado no solo por su accionar sino por los constantes cambios que genera nuestro planeta. La vida sobre la tierra es un encadenamiento alimenticio cuyos eslabones se renuevan constantemente proveyendo sabiamente todos los pasos destinados a la alimentación. En los mares, por ejemplo, el hombre, con buques factorías, toma también su parte para que la industria del enlatado de pescado tenga materia prima. La corriente de Humboldt, cargada de sales minerales, da vida a un rico plancton que sirve de alimento a numerosos cardúmenes de anchoítas. Muchas aves marinas se alimentan de este cardumen gigantesco. Desde hace mucho tiempo, la corriente fría cede lugar a la cálida, se aleja de las costas y con ella el cardumen, fuera del alcance de las aves. Estas mueren por miles y se suspende el "ave intermediario” que antes producía guano. En definitiva: evitar la depredación en todos sus aspectos: contaminación ambiental, deforestación, eliminación sistemática de especies, deben ser los elementos necesarios para conseguir un futuro en que el hombre no sea vencido por otra forma de pandemia. De seguir así, el ser humano será esclavo de un planeta moribundo.