Señor director:

Los militantes de la "Banda K”, disfrazados de "maestros”, con precisas instrucciones de desestabilizar al gobierno democrático, no se dan cuenta que, cada día, suman más los ciudadanos que repudian estos actos vandálicos, porque los argentinos queremos vivir en paz.

Les diría a estos "gremialistas”, que tiemblan ante la pérdida de la abultada billetera K, que la sociedad ha descubierto su juego de falsos maestros. Tengan en cuenta que la "ambición es el último recurso del fracaso”. Un burdo pretexto lo de la Carpa Blanca. Sólo es la guarida de los mafiosos. La famosa brecha ha sido un invento de alguna mente perversa. Sólo hay gente mala y gente buena: ¡Así de fácil!

Se quejan porque agentes de la seguridad les marquen la cancha. Es lo que se vio en el alevoso comportamiento al insistir con la instalación en la plaza, la vergonzosa Carpa Blanca que de blanca no tiene nada.

Estos provocadores sociales abandonaron las aulas, dejaron en la calle sus responsabilidades de "dudosos maestros”. Deben entender que, para realizar actos desvergonzados, no deben manchar el guardapolvo blanco