Señor director:


En otro pedido que efectúo a las autoridades correspondientes sobre obras estéticas que existen en nuestra ciudad Capital, me referiré a las distintas fuentes de agua destinadas a embellecer y gratificar la vista y espíritu de habitantes y visitantes.


San Juan es un desierto donde lo verde es regado por el hombre ayudado, sin duda alguna, por el agua que nos provee nuestro Río San Juan. En ese sentido los sanjuaninos deberíamos hacer en cada plaza posible una buena fuente, cada una mejor que otra, en homenaje al agua que nos da vida.


Se advierte que luego de inauguraciones hay un corto período en que las fuentes funcionan bien. Son los primeros quince días aproximadamente. Luego las bombas de agua no funcionan y la iluminación tampoco. Algunos ejemplos, la de avdas La Rioja y José Ignacio de la Roza (monumento al bidet), la de la Plaza Aberastain, la de Plaza de Concepción, las de la Plaza Laprida, las del Parque de Mayo, la de la Legislatura (un gran bebedero), la de Trinidad, y la de Desamparados.