Señor director:

En primer lugar quiero agradecer la oportunidad que me brinda DIARIO DE CUYO para expresarme a través de este prestigioso medio. Quiero referirme a lo acontecido el pasado domingo 22 de enero con las personas que se metieron a refrescar a la fuente del Teatro del Bicentenario.

Unos decían que solamente fueron los pies, otros que se metieron hasta la cintura y los más osados expresaban que hasta hubo zambullidas. Es evidente que estas personas están muy desubicadas, o sea fuera de contexto y en el lugar para realizar este penoso acto.

Para cada "acto" en la vida, hay determinados lugares y momentos. Pero este no era el apropiado para hacer esta acción.
Don Bosco, el gran pedagogo y educador, sostenía: "Quiero que mis alumnos sean buenos cristianos y honrados ciudadanos". 

Qué importante es que apliquemos en nuestra vida el civismo, la honradez y el buen testimonio. Todo comienza en la familia y continúa en la escuela. Así construiremos una mejor sociedad para nuestras generaciones futuras.