Señor director:


Vivo en el Barrio Aramburu, de Rivadavia y soy devota de San Juan Pablo II. Digo esto, porque con frecuencia, tanto yo como muchos vecinos, nos acercamos a la plazoleta que lleva el nombre del santo, para elevar una plegaria o bien para tener un momento de reflexión. Por esos motivos, somos testigos de acciones muy desagradables, como la de personas que llegan en vehículos como autos y camionetas, a depositar basura sobre el contenedor que está al lado del paseo público sobre calle Manuel Dorrego y cuando éste esta totalmente lleno, arrojan todo tipo de residuos sobre la calle. El panorama a veces se torna dramático, porque hasta ese lugar van familias con sus niños de corta edad que suelen estar en peligro a causa de cualquier infección, arácnidos y animales muertos que arrojan. Esto ya pasó los límites de la tolerancia. Exigimos a la Justicia de Faltas, a la Policía, al municipio de Rivadavia, tomar las medidas correspondientes y sancionar a estas personas que llegan desde otros lugares para sembrar de basura el perímetro de la plaza donde se honra a un santo, poniendo en peligro la salud de una amplia población de ese departamento. Desde ya, muchas gracias.