Señor director:


Han pasado 4 años. Todavía no existen palabras en la vida para agradecer, a todos y cada uno de aquellos, que elevaron junto a mi familia, las cadenas de oración, misas y ruegos por la salud de quien era su amigo, compañero de la infancia y su deporte, el rugby. Y, a sus chicos, que con su logo de "Fuerza Matías'', hicieron que él ganara con el mejor "try'' de su vida. Sería injusto nombrar a algunos de ellos, pues todos desde su corazón, nos apoyaron para que la Santa Virgen María, Jesucristo y todos los Santos intercedieran ante Dios Nuestro Señor por la salud de mi amado hijo.


A su esposa Fernanda, que estoicamente lo cuidó y acompañó cada segundo de esos interminables días, con devoción y sufrimiento, en silencio. No sé cómo agradecerle tanto amor. Infinitas gracias a todos. Sepan que mi amor de madre siempre estará con ustedes, y si me necesitaran, allí estaré para ayudarlos con mi fe puesta en Dios como único estandarte.