Señor director:

Durante los días previos y para la misma fecha de conmemoración del Día de los Veteranos de la Guerra de Malvinas, el 2 de abril, se llevaron a cabo exposiciones. En una de ellas, en la Peatonal, se mostraban algunas piezas artillería, de armamento inutilizado, que en esos momentos, hace 35 años, sirvieron como pertrechos militares. El público, sin distinciones de edad y sexo, se acercaba, con el interés de saber, de conocer anécdotas de esa historia reciente que marcó a fuego a la sociedad argentina.

Más allá de las explicaciones de los excombatientes, sobre la utilización de esos equipos, muchas personas preguntaban sobre sus experiencias personales en el campo de batalla. En esos lugares de las Islas Malvinas donde la desolación, el frío, la humedad y las balas, era el denominador común en esos 74 días de combate.

Contar lo sucedido en el campo de batalla fueron sensaciones mezcladas entre el público que quería saber más, conocer de primera mano, qué pasó y cómo lo vivieron esos hombres sanjuaninos que fueron a luchar por nuestra soberanía nacional.
Pude observar con emoción, que hombres, mujeres y adolescentes, estaban conmovidos y orgullosos de esos comprovincianos que representaron a esta patria chica que es San Juan, allá, en el Sur del país, luchando por lo que le pertenece a nuestro país y su pueblo, es decir, las Islas Malvinas, Orcadas y Sandwich del Sur.