Señor director:
El 1 de febrero de 1978 fallece Jorge Cafrune en un fatal accidente ocurrido a la altura de la localidad de Benavídez, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Si bien se cree que se habría tratado de un asesinato planificado por parte de la Dictadura Militar, el hecho nunca fue esclarecido completamente y quedó sólo como un accidente. Uno de los cantores de folklore más populares de su tiempo, figura icónica e idolatrada de nuestro canto nativo. A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune, reconocido por su afinidad al peronismo, decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo. Fue así que en el festival de Cosquín, de enero de 1978, cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, "Zamba de mi esperanza", Cafrune accedió argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar". Visitó Jáchal en varias oportunidades compartiendo guitarreadas con amigos. También grabó el tema "Coquita y alcohol", de Buenaventura Luna. Inmortalizó la frase: "Cantor que cante a los pobres, ni muerto se ha de callar".
