Señor director:

Las imágenes de un programa trans por TV, me llevó a escribir. Exaltación del sexo en todas sus formas, es el motivo de esta generación, como si fuese el único placer existente. La belleza de una música, un paisaje. El disfrute de la buena compañía. El amor sublime, donde logras por un sexo natural, plenitud, sin existir exaltación de bajos instintos, no cuentan. Si, repito, sólo atrae lo que despierta instinto "animal". El exhibicionismo de esto, permitirlo, es considerada como la nueva conducta "inclusiva". Sin comprender que están llevando a los niños y adolescentes a perder la sana inocencia incitando a la morbosidad y degeneración. No conocen de límites. Todo es permitido. Este error de criterio y responsabilidad hacia uno mismo, no distinguiendo que somos seres humanos, no animales. Esto traerá tristes consecuencias que serán sufridas por esta misma juventud. Ante esta situación, mi frase repetida es no confundir libertad con libertinaje. ¡Es necesaria! Llamo a la reflexión.

Beatriz Albaladejo
Licenciada en Ciencias Políticas y Sociales