Señor director:

Me llamó mucho la atención la iniciativa que tuvo un grupo de albañiles que trabajan en una obra, en las inmediaciones de calles Laprida y Tucumán. Colgar un cartel que expresa que en ese lugar no se le dicen piropos a las mujeres que pasan por la zona, es una forma muy ingeniosa de decir que se está en contra del acoso sexual o de otras prácticas similares que suelen ser comunes en trabajos como las obras en construcción.

Hay una inclinación, por parte de las mujeres a creer que siempre que se pasa cerca de una cuadrilla de obreros de la construcción deberán soportar todo tipo de piropos. Con esta actitud estos trabajadores están queriendo decir que están dispuestos a que no se cumpla con esa consigna y fomentando un cambio de actitud ante el género opuesto.