Señor director:  


Cuando el Papa beato Pablo VI, instituyó en 1968 la "Jornada Mundial por la Paz" (1 de enero de cada año), ya advertía del peligro de creer que las controversias internacionales no se pueden resolver por los caminos de la razón, sino sólo por los de las fuerzas espantosas y mortíferas. ¡Cuánta actualidad tienen, por desgracia, sus palabras, todavía hoy! Nos toca a todos, a cada uno en la medida de nuestra situación y responsabilidades, ponernos con valentía, para afrontar la plaga del terrorismo. 


En nuestras humildes manos están pequeños gestos que son muy eficaces y poderosos para un feliz, sereno y pacífico año.