Su nombre fue símbolo del trabajo por su comunidad en todas las actividades donde le tocó actuar durante varias décadas, siempre al servicio de la gente, siempre emprendedor, como un hidalgo sin presunciones. Tenía los dones personales de su estirpe española y la bonhomía y austeridad que caracteriza a los sanjuaninos, enamorados de su tierra y de su gente.
Al incursionar en política lo hizo con gran humanismo y una clarividencia natural. Llegó a ser diputado nacional y provincial hasta el mismo momento de su fallecimiento en Buenos Aires, este lunes 2 de octubre. Juan José Chica había sido trasladado al Sanatorio "Anchorena" de la Capital Federal, en septiembre pasado, por un agravamiento de su estado de salud.
Activo y perseverante
Dueño de una personalidad muy activa y perseverante, centrada en su familia, tuvo dos hijos, Juan y Jorge, y en la complejidad de su trabajo. Sobre todo, en el ámbito del ciclismo donde fue presidente de la Federación Ciclística Sanjuanina por varias décadas, del fútbol, como entrenador y presidente del club Atlético San Martín, y en el gremialismo, como secretario general del sindicato Luz y Fuerza durante treinta y cinco años. También tuvo un breve paso por Sportivo Desamparados.
Su primera luz la vio en Granada, el bello pueblo andaluz al que cantaron grandes del folclore español con la célebre "Granada", y que Chica tenía muy presente, conocedor de que era letra del compositor mexicano Agustín Lara, y cantada con estilo operístico tantas veces por Plácido Domingo, Luciano Pavarotti o Andrea Bocelli. Había nacido allí el 21 de agosto de 1952 y cuando contaba poco más de un año de vida, su familia se trasladó a San Juan donde ya vivía un familiar. Aquí, su padre, con los hermanos mayores de Juan José, se dedicaron a la agricultura, y cuando él ya era un adolescente les ayudó en la tierra, mientras cursaba el secundario en la escuela Industrial "Sarmiento". Aunque viajó en varias oportunidades a su tierra natal, siempre aclaró que, si bien su sangre era española, su amor por San Juan no lo cambiaba por nada.
Uno de los dirigentes más importantes
Convertirse en uno de los dirigentes deportivos y sindicalistas más importantes de la provincia lo proyectó también al resto del país y hasta el último día de vida gozó del respeto y la admiración de la dirigencia nacional en ambas actividades.
Su trayectoria en Luz y Fuerza comenzó apenas egresó del secundario, siendo secretario de Prensa y de Asuntos Estadísticos hasta llegar con los años a la Secretaría General. En este 2023 cuando se retiró definidamente del emblemático sindicato, expresó su deseo de dar paso a los más jóvenes, y fue Lilia Martín la elegida y quien lo reemplazó, convirtiéndose en la primera mujer en conducir un sindicato de Luz y Fuerza en todo el país.
En el fútbol, se recuerda que uno de los momentos más impactantes de su presidencia en San Martín fue cuando el equipo verdinegro obtuvo, entre 140 clubes, el ascenso al Nacional B, segunda categoría del fútbol argentino, tras ganarle a Cipolletti de Río Negro, en 1995.
En política, además de los citados cargos de diputado nacional y provincial, fue subsecretario de Deportes, siendo reemplazado por su propio hijo Jorge, convertido en 2015 en secretario de Estado de Deportes de la provincia. Juan José Chica, antes de su partida definitiva de este mundo, a los 71 años de edad, reconoció con orgullo que disfrutó del trabajo de su querido hijo y sucesor, sobre todo cuando observaba el éxito de la reconocida "Revolución Deportiva" como fue calificada esta gestión de los últimos ocho años.
Por siempre en los mejores recuerdos
Ahora, lo extrañarán sus compañeros de Luz y Fuerza en cada asamblea, así como sus amigos del ciclismo cuando se prepare una nueva temporada para devorar kilómetros de caminos a lo largo y ancho de la provincia.
Al comunicar la triste noticia, su familia se expresó en estos términos: "Nuestro papá ya descansa en Paz. Muchísimas gracias a todos por habernos acompañado en estos días tan difíciles. Los abrazamos con el corazón, Juan, Jorge y Bety".
Juan José Chica es merecedor que lo despidamos con los versos de Amado Nerbo: "Vida yo te bendigo porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida, porque veo al final del camino que fui el arquitecto de mi propio destino. ¡Vida estamos en paz!".
Por Redacción DIARIO DE CUYO