Señor director:


Miles de imágenes recorrieron los medios del niño, que jugando, fundó una escuela, allá en el Quinto Cuartel, Pocito. Tratando de ver lo que significó, podemos decir que fue una manifestación que deja velado algunos detalles relevantes de la actual educación. Partimos desde un comienzo diciendo que esto es un juego de chicos y debe ser respetado como tal. Una de sus amigas expresó que ese jugar a la escuela le permitió cumplir con el objetivo de pasar de grado. Por otro lado, este pibe realizó una división correcta en agrupamiento, de cada uno de sus amigos, según conocimientos adquiridos. No estratificó, sino que compartió para alcanzar objetivos según carga cognitiva.

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Él, sin saberlo, retomó las olvidadas técnicas de la Educación Inicial, las técnicas lúdicas. Según Jerome Bruner, las actividades lúdicas despiertan las habilidades mentales que buscan una solución mediante métodos no ortodoxos, que normalmente serían ignorados por el pensamiento lógico. Los juegos dejan grabado en el subconsciente movimiento, respuestas y hechos que luego nos ayuda a resolver problemas actuales. Hagamos la práctica sencilla de recordar nuestros juegos de infancia y veremos que hasta el mínimo detalle volverá a nuestra mente. Este "Pensamiento Lateral" es el dispositivo que buscan soluciones de problemas. Pero no por los caminos ortodoxos y razonamientos lógicos, sino por aquellos de escape laterales, de alternativas reales. 


Volver a ese chico para decir que el juego tuvo resultados altamente aceptables. Pero, con ello ha expuesto la necesidad que ese lugar demanda de una acción de los entes educativos, formales y no formales. Que se animen a derribar lo muros de la escuela, que contengan a esos niños que vieron en un pibe, igual que ellos, el camino hacia el mundo fascinante de la educación, sin complejos sistemas construidos por adultos.

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Prof. Osvaldo Olmo Gómez    DNI 16.160.527