Señor director:

El doctor Leandro Rodríguez Lastra, médico ginecólogo en Río Negro, hace dos años recibió en su guardia a una joven embarazada con casi seis meses de gestación. Ella había ingerido una droga abortiva. En cumplimiento de su deber, logró estabilizar la salud de la madre, y con su anuencia, junto a un equipo médico, se acordó realizar una cesárea dos meses después. Como estaba previsto nació el bebé y fue dado en adopción a una familia que lo cuida como propio. En ese contexto, la diputada provincial, Marta Milesi, lo denunció por "incumplimiento de funcionario público”, por no haber matado al chiquito, de acuerdo con lo prescripto por el protocolo, dispuesto por el fallo FAL, uno de los más siniestros prevaricatos cometido por la Corte Suprema de Justicia. Como consecuencia fue procesado por uno de los tantos jueces corruptos que abundan en la Justicia argentina. Ya comenzó el juicio oral contra el doctor Rodríguez Lastra, en virtud de lo cual podría ser condenado por haber salvado la vida de un niño inocente, que estaba condenado a muerte por la ideología abortista, que avanza implacablemente.

Alberto Solanet
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