Señor director:


Hoy, sábado por la tarde, se juega la primera final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate. Mucho se habla de esta serie de dos partidos para conocer al campeón. Pero, sobre todo, es que brindemos y fomentemos un mensaje de paz, en un país como el nuestro, saturado de violencia verbal y de intolerancia por diferentes temas, en especial, político. Quizás tendríamos que enfocarnos en que nuestra vida no va a cambiar luego de estas finales. Nosotros, los ciudadanos, tendremos que hacer frente al pago de servicios, a administrar el dinero de un salario cada vez más deprimido, que ningún futbolista o dirigente del fútbol nos dará. Si pensamos bien, si nos hace mal esta confrontación deportiva, pensemos que nuestra vida no debe estar atada al resultado de un partido de fútbol. Deberíamos pensar que tener familia, que sus miembros tengan buena salud y que vivamos en armonía, es la mejor consagración para brindar con una copa, la copa de la paz.