Señor director:
El domingo pasado el país vivió una fiesta popular que nos devolvió la alegría y esperanza de recuperar el orgullo como nación en todas las áreas de la vida. El triunfo de la Selección Argentina de Fútbol nos llenó de emoción a todos los hijos de esta tierra. Sin embargo, siempre aparecen personas antisociales, que quieren llamar la atención o que en su mente solo hay cabida para la destrucción, la delincuencia y actitudes malignas, de las cuales la mayor parte de nuestra sociedad está harta. Me refiero puntualmente a quienes destrozaron las mallas metálicas que rodean la plaza 25 de Mayo (en plena etapa de refacciones), donde los vándalos se subieron a los monumentos de Fray Justo Santa María de Oro, a las máquinas utilizadas para trabajar, provocando daños en toda la superficie del paseo, etc. Otros hechos lamentables fueron las peleas en plena calle Rivadavia entre hombres que rompieron vidrieras y mujeres que bebían de cajas de vino e insultaban a las personas que celebraban. Esto no debe ocurrir y la Policía debe actuar de inmediato para poder separar de la multitud a estas personas que lo único que quieren es seguir siendo parásitos de la sociedad, destruyendo todo a su paso.
