Señor director:

Sin dudas que en la mente de los argentinos se metió el virus del estado paternalista. En este caso hay municipios que creen hacer un bien con colocar los denominados "pianitos" en las calles de Capital y Gran San Juan. El argumento es que "se le cuida la vida a la gente", colocando estos reductores viales que son un peligro para los conductores de toda clase de vehículos. Se ha comprobado que estos "pianitos" son los causantes de las caídas de conductores de bicicletas como de motos. También de tremendas roturas en el tren delantero de los automóviles. Cada persona, ya sea en su rol de peatón como de conductor, debe saber cómo manejarse en la calle. No se trata de que el estado dirija la vida de los ciudadanos como si no tuviéramos la capacidad de hacerlo por nosotros mismos. No es posible que en menos de cien metros, en distintos barrios haya dos y hasta cuatro filas de estos pianitos, que impiden el normal tránsito. Es que en vez de "pianitos", lo que se necesita en todas las áreas es más y mejor educación y no esa cuestión de que el Estado le haga cada vez más difícil la vida a los ciudadanos.

 

Guillermo Rivadero
DNI 13.782.398