Señor director:

Quiero comentar mi enojo. No fue grata la situación vivida el día jueves 23 de marzo del corriente año en la guardia de una institución local. Ese día en la tarde, mi hijo menor, Lukas Kudauskas, de 3 años, tuvo un fuerte golpe en la cabeza, debido a que se cayó de una camioneta. Se imaginará que lo primero que hace un padre es llevarlo rápido a donde lo asista un profesional. Eso fue lo que hicimos con mi marido, llevarlo rápido hasta el "Cimyn'', lugar donde nació, donde lo llevo siempre, al igual que a su hermano, Joaquín Kudauskas.

En principio llegué y me mandaron rápido a la enfermería. Ahí la enfermera de turno comenzó a curarlo hasta que llegó la doctora Claudia Manrique. Lo revisó, interrogó sobre lo sucedido. Todo bien y todo normal hasta ese momento, cuando se acerca el chico de Admisión, quien abre la puerta preguntando por el carnet de obra social. Busqué en mi cartera y me doy cuenta que dejé la billetera en casa, (habíamos salido muy rápido y sinceramente no me di cuenta). No me preocupé por eso, en ese momento lo único que piensas es que la salud de tu hijo no corra riesgos (en definitiva sabía que la billetera estaba en casa).

Cuando le digo al joven que no lo tenía, pero le hice mención que el día anterior lo había llevado a la guardia, porque había estado con fiebre, a lo que contestó que no importa, el necesitaba el carnet, que mandara a alguien a buscarlo.

La doctora indicó Rayos X urgente e ibuprofeno, antes de suministrarle la medicación volvió a pedir que pase a pagarlo antes que lo tomara. Realmente no sé qué pensar ante la insistencia del pago. Fue ahí cuando volví a recalcar que no llevaba mi billetera. Se miraron entre la enfermera y la doctora en un marco de desconfianza y dijeron:. y bueno, dáselo no sé, igual se tiene que hacer la placa.

Por favor, que falta de profesionalismo entre estas personas, que lo único que les interesó es que les pagara una jeringa de ibuprofeno. Ni siquiera radiólogo había. Tenía que esperar más de 30 minutos para que viniese al lugar, o sea que tu hijo puede padecer cualquier inconveniente en ese tiempo a lo que ninguna de las personas llamó con urgencia porque primero se preocuparon por el pago. No parecen seres humanos. No tienen ni un poco de consideración por una criatura. Me duele pensar que ustedes tienen en sus manos la salud de un niño.