Señor director:
En el año 1993, la UNESCO determinó que el ladino es una lengua en vías de extinción. El ladino, también llamado sefardí, judeo español o "djudezmo”, es la lengua hablada por comunidades judías descendientes de hebreos que vivieron en la península ibérica hasta 1492.
El 31 de julio de 1492, por el "Edicto de Granada”, se estableció la obligación para los judíos de abandonar el territorio español, a excepción de los que se convirtieran al cristianismo. La mayoría optó por el exilio y fueron recibidos en el Imperio Otomano. Muchos establecieron en Turquía y Bulgaria. Algunos se trasladaron a Amsterdam y otros se establecieron en Marruecos.
Los judíos llevaron el ladino en su diáspora, que conserva la fonética española de la Edad Media, como los sonidos "dye’, "she’ y "ye”. Dicen "dyente” y no "gente”, "shabón” y no "jabón”, "muyer” y no "mujer”.
Se advierten esas características en los refranes:
"El ojo come más ke la tripa”. "Mas vale ser ke parecer”. "Dios es tardoso, más no olvidadoso”. "Palabra y piedrada, no tornan atrás”. "No hay mejor espejo ke un amigo viejo”. "El amigo ke no ayuda y el kuciyo que no korta, ke se pierdan, poco importa”.
Encontramos ese testimonio en poesías:
"Árvoles yoran por lluvia/ y montanyas por ayres,/ Ansí yoran los mis ojos/ por ti kerida amante”.
Agradecimiento:
"Bendigamos al Altisimo,/ al senior ke nos krio// Démosle agradecimiento/ por los bienes ke nos dio”.
Con emoción cantan:
"Abram Avino, padre kerido, Padre bendicho. Luz de Israel”.
Los estudiosos de esa lengua dicen: "ke numerosos kantes, cuentos y refranes constituyen un verdadero trezoro”.
En el año 2014 presentaron en México una edición bilingüe en ladino y en español, titulado "Por mi boka”, incluye literatura antigua, contemporánea, con fragmentos de "Martín Fierro” y un capítulo de "Don Quijote”:
"En un lugar de la Mancha del kual no quiero akordarme el nombre”.
Se ha hablado el ladino de generación en generación. Se lo entona en canciones y mantiene un vocabulario gastronómico. Se le fueron incorporando vocablos griegos, italianos y franceses.
En Israel hay un programa radial diario en esa lengua, y una revista semestral. En España editan la "Revista Sefarad”.
La base lingüística del ladino es el castellano de fines de la Edad Media. El interés por el ladino crece en ámbitos intelectuales por su valor histórico, cultural, folclórico y testimonial. En el ámbito académico, el ladino, vive un auténtico florecimiento en centros de investigación en Israel y en departamentos de enseñanza en España, Alemania y Reino Unido.
Hay una placa en Auschwitz escrita en ladino, donde se recuerda la memoria de ciento sesenta mil judíos ladino hablantes, asesinados en los campos de concentración.
La era digital pone textos en ladino a disposición de la comunidad virtual y posibilita el rescate del tesoro cultural de esa lengua en vías de extinción.
