Señor director:


Hay una imagen tenebrosa que viene a mi memoria: ver planear silenciosa, aves de rapiña al acecho de su presa. Esta analogía la siento por algunos mal llamados "políticos'', esos que no aportan para que el país mejore, sólo les interesa llegar como sea al poder. Pero por beneficio personal unos, por la ambición y la "pasión'' por él, otros. Esta patología existió y existe, para el mal de los pueblos.


¿Cuándo aprenderemos los argentinos que la "unión hace la fuerza'''.


Si observamos países desarrollados aprenderemos cómo se organizan los distintos partidos, respetando al ganador, sólo siendo controladores de que cumplan las metas. Estas son determinadas por todos, en una mesa previa a las elecciones. Es decir, lo que interesa es hacer crecer al país, con el criterio aportado por todos, y luego, no interrumpen con paros improductivos, sino controlan y contribuyen a la concreción de las mismas.


El populismo digitado con migajas, es nuestro mal. La educación y fuentes de trabajo es lo que necesitamos para concientizar que el trabajo dignifica, la justicia social, equilibra, y el esfuerzo compartido lleva al progreso.


Desde el hogar, infundamos la cooperación y la productividad. Llevado a gran escala, hace "mover la rueda''. No poniendo "palos'' en ella. Esto, sólo nos lleva al estancamiento y la pobreza.