Señor director:


Dicen que cuando miramos el agua de un lago, de una acequia, del mar, de un arroyo, de una fuente artificial, nos relaja, nos quita las tensiones. Y, hasta es un motivo bello para observar, mientras se camina por la ciudad. Es por eso que con gran tristeza, se observan las fuentes de agua de varias esquinas de la ciudad totalmente secas, sin ni siquiera un chorro que funcione. Más bien se suelen utilizar para poner grandes carteles promocionando algún tipo de actividad deportiva o cultural.


Las fuentes siguen ahí, como mudo testigo de una ciudad que pretende ser un polo cultural por excelencia. Como gusano que quiere convertirse en mariposa. Como construcciones que fueron diseñadas para otorgar belleza a nuestra Capital.


Estas fuentes se observan sin cumplir la función para la cual las construyeron. Son las que están ubicadas en Libertador y Las Heras, frente a la Legislatura provincial. También la que está en José Ignacio de la Roza y Alem y la de José Ignacio de la Roza y Rioja. A esto hay que sumarle la fuente seca de la plaza "Gertrudis Funes" ex "General Paz", ubicada en la esquina de 25 de Mayo y Jujuy.


Es imprescindible que las autoridades correspondientes le den solución a este tema.


Las fuentes de agua son parte de los atractivos que no hay que negar. Todo lo contrario, habría que potenciarlas y darle incluso más y mejor iluminación. Tienen que ser parte de la promoción turística de la ciudad, que no sólo vemos nosotros, sino que los visitantes que llegan a nuestra tierra observan y comentan. Y, precisamente, los comentarios actuales no son positivos.