
Sea por la razón que fuere, las veredas públicas de todos los departamentos de la provincia deben estar en buen estado de transitabilidad para los peatones. Pero a veces, esto no sucede. Quienes ya transitamos varias décadas de vida, observamos y sufrimos con pesar, cada vez más decadencia en la capital de los sanjuaninos. Cada año, cada lustro, cada década que pasa, se nota la falta de cuidado en todo lo que tiene que ver con los espacios públicos. Se inauguran , se cuidan un tiempito, pero los vándalos atacan. Falta vigilancia y sanciones para los destructores de los bienes de toda la ciudadanía. Basta con ver esta imagen cercana al Colegio Nacional Monseñor Pablo Cabrera, donde las baldosas están tan destrozadas que parecen molidas. Esto me hace recordar que hace un par de años, dos profesoras de esta institución educativa sufrieron caídas que les trajo como consecuencia fracturas en sus pies, que seguramente les trajo graves consecuencias para su salud.
No hay excusas como para que los municipios de toda la provincia trabajen para solucionar estos problemas que parecen menores, pero son esenciales. Los peatones no pueden bajar de la vereda a la calle, poniendo en riesgo sus vidas, por una vereda destrozada.
Es de esperar que esto lo solucionen a la brevedad como también que al momento de colocar los mosaicos están bien colocados y a nivel, ya que también se pueden ver desastres en algunos lugares donde se colocaron. San Juan tiene que volver a ser la ciudad más moderna y limpia del país, como lo fue hace algunas décadas atrás.
Por Olivia Terranova
DNI 14.389.356
