En las últimas semanas siempre aparecía y aparece gente en redes sociales, criticando duramente a quienes, gustan entretenerse 90 minutos con el Mundial de Fútbol en Rusia, sin que por ello descuiden sus trabajos o estudios. Personas que se colocan en posición de jueces, haciendo alarde de su supuesta intelectualidad, sumergiendo a quienes tienen gustos distintos, con calificativos de ignorantes o conformistas, por la situación política y económica que vive el país. Sin embargo, este magno evento deportivo está dando lecciones de vida a millones de personas. Algunas de esas lecciones de vida son los valores morales. Un ejemplo de ello es que, por primera vez, ante la igualdad en puntos goles a favor y en contra, Japón clasificó a la octavos de final por el fair play. ¿Qué significa esto? que pasó a la siguiente fase por tener menos tarjetas amarillas que su rival, es decir, por haber tenido buena conducta, algo que se aprende en casa y se afirma en el colegio. Los japoneses presentes mostraron valores de solidaridad y respeto al prójimo como al medio ambiente, limpiando su espacio de tribuna que ocuparon durante los partidos de su equipo. En otro lugar del mundo, los niños en las escuelas argentinas, consolidan un sentido de pertenencia a una nación, entusiasmados en un deporte. Maestros y profesores utilizando sus conocimientos para enseñar geografía e historia de países situados en distintos continentes.


Por otra parte, los equipos participantes de este mundial, en general, muestran esfuerzo, compañerismo, deseos de superación, amor por representar a su país y tantas otras virtudes. Estas conductas enseñan que para lograr el premio hay que esforzarse y trabajar en equipo, porque sólo es muy difícil y hasta imposible. Otro ejemplo que nos toca fue el partido de Argentina con Nigeria. Allí se mostró a nuestros deportistas y el público unidos en un objetivo: el de avanzar en el campeonato. Esta lección enseña que si todos nos uniéramos en querer el bienestar general de nuestro país, sin dudas lo lograríamos, pese a nuestras diferencias de pensamientos políticos. La vida nos muestra que debemos desarrollarnos con valores morales para poder crecer en una sociedad sana.