El Chantecler, uno de los cabarets más populares de Buenos Aires en la década de 1920.


Entre los cabaret de la década de 1920, se destacan el Royal Pigall, Armenonville, Marabú y Chantecler, mencionados en varias letras de tango. El Royal Pigall funcionaba en Corrientes 825. Fue un gran salón, donde habitualmente actuaba la orquesta de Francisco Canaro. Funcionaba entre las 19 y 21 horas para todo el público. Pero luego de esa hora estaba reservado para hombres y mujeres solas. Juan Pacho Maglio compuso el tango que lleva el nombre de ese cabaret y fue grabado por Carlos Gardel hacia 1921. El Roya Pigall cerró sus puertas en 1920.


El Armenonville estaba ubicado en Libertador y Tagle. Fue allí donde el dúo Gardel-Razzano hizo una de sus primeras actuaciones. También brillaron a su turno las orquestas de Vicente Greco y Roberto Firpo. Se inauguró en 1912 y fue demolido en 1925. Fue tal vez el cabaret más lujoso que tuvo Buenos Aires. Era un gran chalet de estilo inglés, rodeado de jardines, donde el perfume de las flores invadía el lugar. Aparte del baile y ser lugar de encuentros, era un lugar de comidas y café. La comida era francesa y por supuesto era frecuentado por vecinos muy caracterizados de la ciudad entre ellos Marcelo Torcuato de Alvear. Hay una historia pocas veces contada que incluye a Carlos Gardel. Fue una noche de diciembre de 1915, cuando Gardel festejaba con unos amigos sus 25 años, en este lugar. Al parecer por un problema de polleras, Gardel fue baleado por un tal Guevara, arquitecto de origen mendocino, y el morocho cantor fue atendido en un hospital, pero nunca lograron extraerle la bala. Gardel se recuperó y pudo continuar con su carrera. Según el historiador Gabriel Luna, el cabaret Marabú nació en un subsuelo de un palacio italiano de la calle Maipú 359, el mismo año que nació el Obelisco: 1935. Y si el Obelisco, como dijo el poeta, era "un trozo de tiza en el pizarrón de la noche", el Marabú fue el pizarrón. Allí se aprendía y se vivía el tango, los amores, el glamour, y también los desengaños. El nombre Marabú tiene un rasgo erótico: define a un ave africana y por extensión a sus plumas, muy usadas entonces para hacer la lencería de las vedettes y esas boas de colores asociadas con las mujeres del charleston y las muñecas bravas del tango. Actuaban las orquestas de Aníbal Troilo con Piazzolla y la orquesta de Carlos Di Sarli. Había un portero con faldón y gorra, entraban coperas risueñas con estrictos vestidos de satén y un cartel en la puerta decía: "Todo el mundo al Marabú".


El "Chantecler", que le da nombre al tango de Enrique Cadícamo, estaba situado en la calle Paraná, entre Corrientes y Lavalle. Se había inaugurado en 1924 y en él tocaron grandes y famosas orquestas. En ese tiempo de bonanza se tiraba manteca al techo en los lugares de diversión. El "Chantecler" fue demolido en 1960 y como el autor, Cadícamo, era un asiduo concurrente compensó, de algún modo, su tristeza por la desaparición, con una letra con la que se describen mejor las vivencias de esa sala de diversión nocturna de un Buenos Aires de ayer, memorada en poemas todavía presentes en la memoria de los viejos tangueros.


Por Orlando Navarro
Periodista