Señor director:  


Pasaron ya unos días del recital del Indio Solari en Olavarría. Mucha gente que no volvió a sus casas. Algunos perdidos, otros albergados de emergencia en cuarteles militares, otros semi inconscientes, sin poder siquiera decir su nombre, tirado en alguna calle. Los idiotas. 


Como si hubieran bombardeado la ciudad, comercios saqueados, terminal incendiada sólo porque no conseguían micros que los lleven gratis de vuelta a sus hogares. Gente desparramada como zombis en varios kilómetros a la redonda. Y por doquier se escucha el eterno reclamo: "Estado ausente''. 


Nos acostumbramos tanto a que "papá Estado'' se encargue de resolver todos y cada uno de nuestros problemas, que hemos olvidado el concepto de "responsabilidad personal''.  


Se quejan de la presencia policial y la proscriben de sus espectáculos, pero después lloran pidiendo más policía. Protestan contra las fuerzas armadas y terminan calladitos en prolija fila para conseguir una botellita de agua, durmiendo más de 3 días en un regimiento militar, porque nunca calcularon cómo volver a sus casas. Exigen que el Estado los deje de controlar y después se quejan pidiendo más presencia del mismo Estado. Los idiotas. Porque para idioteces, los idiotas siempre tienen plata. Pero para pagar la obra social responden: "Macri gato". 


Mención aparte merecen los inimputables que llevan menores a este tipo de eventos, donde lo más leve que les va a pasar es quedar sordos producto de la exposición a niveles de sonido muchísimos decibeles por encima de lo tolerable para un niño. Niños que mientras aspiran y respiran drogas y humo, son pisoteados y aplastados. ¡Qué lindo lugar para llevar a tus hijos!