Señor director:


Parece increíble, pero entrado ya al siglo XXI y con todos los medios de información disponible las malas conductas permanecen y parecen acentuarse. Es que, sabiendo de la escasa cantidad de agua potable como del agua hay muchas personas en distintos lugares del gran San Juan que tienen por costumbre regar las calles que están asfaltadas. Si, parece increíble, pero es así. Hay personas que no entiendo por qué razón lo hacen. Esa es una práctica que suele realizarse en lugares donde las calles son de tierra y no pasa seguido el camión regador de cada municipio. A veces es tanto el polvo levantado que a los vecinos no les queda otra opción que regar las calles. Pero, regar una calle asfaltada es un perjuicio que va en contra de todo el vecindario, ya que al ser material de muy mala calidad, se erosiona rápidamente y la calle termina destrozada.


Es de de esperar que los municipios del Gran San Juan aconsejen a los vecinos sobre buenas prácticas vecinales en cuestión de higiene y convivencia que Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE), también recorra más las calles para sancionar a los infractores de malgastar el agua potable, más aún si es para regar calles asfaltadas.

Mariela Romina Gómez
DNI 16.190.170