Señor director: 


Otra vez el gremialismo conspirador y golpista, que durante mucho tiempo fue complaciente en mayor o menor medida con las políticas que degradaron el país. Todo esto coronada la reciente década pasada, por la corrupción e incompetencia de los gobernantes y no pocos socios sindicales. Ellos, se manifiestan con marchas y paros contra el Gobierno elegido por el voto popular, que busca corregir los tremendos descalabros de todo orden, ya sean económicos, sociales, institucionales, judiciales, deportivos, y otros, que llevaron al país al abismo. 


Los sindicatos, con dirigentes nada trasparentes, tanto en la representación que ostentan, como en la gestión, pretenden que en poco más de un año, se resuelvan los graves problemas que ellos mismos contribuyeron con su silencio o complicidad, a dejar como herencia.  


Quienes somos mayores, ya conocemos esta historia de marchas y huelgas para mantener poder extorsivo y "status'' personales de no pocos de sus dirigentes.