Señor director: 


Al cumplirse un aniversario más de su partida, quiero expresar mi recuerdo a Mary, mi esposa, que está en la casa del Señor. 


"Las mañanas despuntan brillantes, / invitando a una alegre jornada,/ me desperezo buscando tu rostro/ y no encuentro tu sonrisa soñada.// Las tardes transcurren serenas/ y el tiempo transforma su esencia,/ me esfuerzo buscándote en casa/ y no encuentro tu amada presencia.// Las noches se consumen muy lentas, el desvelo muta de cálido a frío, / te imagino de nuevo a mi lado, / pero el tálamo me muestra un vacío.// Tal vez el destino ha querido probarnos/ con dolores, soledades y ausencias;// nuestros hijos y nietos mitigan mi pena,/ mi remanso presencia.// El seguro final de las vidas vividas,/ me conforta y anima, esperando sereno,/ porque el fin volverá a reencontrarnos/ en nuestro amor y en el del Padre eterno.