Señor director:
Me dirijo a usted y los lectores de vuestro diario, para transmitir mi experiencia vivida en nuestro querido hospital Dr Guillermo Rawson. Todo comenzó en mayo de este año. Jugaba al fútbol en la liguilla de los barrios en Rawson. En un momento dado comencé a sentirme mal. Salí de la cancha y me desmayé de inmediato. Mis compañeros llamaron una ambulancia que me trasladó al hospital, donde salvaron mi vida. Había sufrido un taponamiento cardíaco debido a una enfermedad congénita que tenía mi corazón, la cual no presentaba síntomas de ningún tipo. Estuve en coma 23 días. Cuando desperté, no sabía dónde estaba ni qué había pasado. Ahí empecé a conocer la calidad humana de todas las personas que trabajan en nuestro hospital y a quienes quiero ponderar y agradecer. Desde las máximas autoridades de Coronaria como el Dr Roi y todo su equipo, médicos, cardiólogos, kinesiólogos, secretarias, enfermeras, camilleros, nutricionistas, como el personal de limpieza. No quiero olvidarme de nadie, sólo quiero darles las gracias por la contención que recibió mi familia, sobre todo y obviamente mi persona.
Mi salud derivó en una cirugía que se llevó a cabo en agosto pasado, en la cual se hizo el reemplazo de la válvula aórtica por una mecánica a cargo del Dr Mauricio Martín y su equipo, a quienes también quiero agradecer por su profesionalidad a la hora de la intervención y la calidad humana que los caracterizó en todo momento. A todas las personas nombradas les quiero decir que fueron el instrumento que Dios usó para llegar a mí. Por tal motivo quiero hacer este reconocimiento a la calidad humana que siempre encontramos en nuestro querido hospital. Muchas gracias por salvarme la vida.
César Riveros DNI 16.384.877
