Señor director:

No sé si una serie de mensajes que andan circulando por las redes sociales responden a una campaña organizada por alguien en particular, pero tienen mucho de verdad. Se refieren a la exigencia de la RTO en una provincia en las que muchas de sus calles dejan mucho que desear. Los usuarios de automotores nos preguntamos cómo pueden exigir que tengamos los vehículos en buenas condiciones cuando hay calles con pavimentos muy desparejos, con grandes baches o lomos de burro que, según tengo entendido, están prohibidos. Todas estas irregularidades ocasionan que los automotores sufran con la circulación diaria y que cuando es obligatorio llevarlos a la verificación técnica haya que repararlos previamente si es que queremos superar la inspección, algo que si las calles estuvieran en buen estado no ocurriría.

No veo mal que se exija la RTO ya que contribuye a la seguridad del tránsito, pero se podría llegar a un acuerdo de suspenderla hasta tanto se concrete un plan general de mejoras de calles en toda la provincia.