Señor director: 


La verdad me parece una vergüenza que no le arreglen a los docentes. Yo tengo mis razones y respeto a quienes opinen distinto. Es una responsabilidad muy grande la de los docentes para un sueldo tan bajo. Mi hermana tiene más de veinte años de servicio y cobra en mano 7.000 pesos. Cómo no va a buscar suplencias. Cómo no se va a quejar. 


Quiero compartir con los lectores esto que encontré pensando en los maestros, que desde que tengo uso de razón, luchan por lo mismo. 


María Ana Poli, "Homenaje a todos esos vagos y vagas''. Hubo docente que el primer día de clases me consoló porque no dejaba de llorar en el aula. Que me enseñó a usar el lápiz para hacer los primeros mamarrachos que elogió como si se tratara de una obra de arte. Que también me enseñó a leer mi primer libro de cuentos. Que puso dedicación cada vez que algo no salía bien, hasta lograrlo. Que se esmeró lo suficiente hasta que aprendiera.  


Todos ellos me ayudaron a crecer y a tener confianza en mí mismo. Me enseñaron a querer a la patria, a entonar el Himno mientras se izaba la bandera. Hoy sólo me quedan lejanos recuerdos de esos maestros, a quienes les estoy profundamente agradecido. Parece mentira pero antes, a esos vagos, les decíamos "Maestros''. Y les pido perdón, a todos, no por mí, sino por todos aquellos, que de manera mezquina y miserable, hoy les faltan el respeto.