Es cierto que los últimos aumentos en los pasajes de colectivos de corta y media distancia en San Juan, cayeron muy mal en los usuarios. No sólo por el costo monetario, sino por el pésimo servicio que paso a enumerar las más básicas. La primera de ella es la higiene. Tanto los pisos, como ventanillas, asientos y pasamanos, están sucios de manera permanente. Cualquier virus o gérmenes pululan en el interior de los ómnibus. Amortiguación: el viaje suele ser muy complicado, sea la distancia que sea. Definitivamente es un calvario viajar ante la dureza de los golpes que se dan los pasajeros que van sentados en un vehículo al pasar por cada "pianito" (reductor vial) o bache. Se siente en el cuerpo de una manera muy dolorosa. Tan sólo basta con mirar a las mamás que llevan en brazos a bebés, a los adultos mayores y pasajeros en general. Otro aspecto negativo es que la mayoría de las unidades de todas las empresas carecen de cortinas, sólo hay algunos y son contados con los dedos de una mano por empresa. Y, para finalizar, son muy pocos los micros que tienen aire acondicionado para ser usados en los tórridos veranos que vivimos. En síntesis, si el aumento en las tarifas de colectivos es para beneficiar a los choferes en sus salarios, creo que los usuarios no tenemos sindicato que nos defienda. Pero quien tiene que defender al pasajero es un deber del gobierno de la provincia, por medio del organismo como Tránsito y Transporte y Defensa del Consumidor. Es decir, velar por el bienestar de todos los ciudadanos, un derecho otorgado por la Constitución Nacional.

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Las líneas de micros en San Juan, bajo la lupa de los usuarios.